Azul, mar, sal, aire,
Cuando el silencio me rodea, prefiero la vida.
El silencio me llena de sentidos todos los huecos. Escucho como respiro, saboreo el aire, absorbo la luz y admiro el gran azul. Siento como el agua busca el camino para tocar mi piel.
Observo el reloj que calcula el tiempo de tranquilidad.
Expirado y las burbujas se amontonan para salir en dirección contraria a mi voluntad de continuar bajando. El descenso es controlado, abro los brazos, separo las piernas. Descenso libre.
Inflar el jaquet, estabilizado. Los compañeros siguen los mismos pasos uno tras otro. Todos lugar, pulgar e índice forman un círculo para indicar que estamos bien.
Las miradas señalan quien es el primero, que lo sigue y cuál es la dirección de descenso a seguir. Badem como si de tiendas de moda se tratara y no quisiéramos entrar. No se toca, sólo se mira. Se observa. Guaita la morena! un bosque de gorgonias, un mero, dos, tres.
Controlo el aire, el tiempo, la parada de emergencia antes no sobresalga de nuevo la cabeza un palmo sobre el agua. Se rompe el silencio, motores, cámaras, acción.
La vida continúa y sólo has sido cuarenta y cinco minutos desconectado de la tierra. Cuarenta y cinco minutos pendientes sólo de ti, de tu soporte vital y de la aventura de adentrarte a otra mundo. Allí, tú eres la parte débil, pues no importa quién seas, qué experiencia tengas o si eres o no valiente. Se su medio.
Azul, mar, sal, aire,
El silencio me llena de sentidos todos los huecos. Escucho como respiro, saboreo el aire, absorbo la luz y admiro el gran azul. Siento como el agua busca el camino para tocar mi piel.
Observo el reloj que calcula el tiempo de tranquilidad.
Expirado y las burbujas se amontonan para salir en dirección contraria a mi voluntad de continuar bajando. El descenso es controlado, abro los brazos, separo las piernas. Descenso libre.
Inflar el jaquet, estabilizado. Los compañeros siguen los mismos pasos uno tras otro. Todos lugar, pulgar e índice forman un círculo para indicar que estamos bien.
Las miradas señalan quien es el primero, que lo sigue y cuál es la dirección de descenso a seguir. Badem como si de tiendas de moda se tratara y no quisiéramos entrar. No se toca, sólo se mira. Se observa. Guaita la morena! un bosque de gorgonias, un mero, dos, tres.
Controlo el aire, el tiempo, la parada de emergencia antes no sobresalga de nuevo la cabeza un palmo sobre el agua. Se rompe el silencio, motores, cámaras, acción.
La vida continúa y sólo has sido cuarenta y cinco minutos desconectado de la tierra. Cuarenta y cinco minutos pendientes sólo de ti, de tu soporte vital y de la aventura de adentrarte a otra mundo. Allí, tú eres la parte débil, pues no importa quién seas, qué experiencia tengas o si eres o no valiente. Se su medio.
Azul, mar, sal, aire,
No hay comentarios
Deja tu comentario y comparte este articulo con tu comunidad en la red.