Alcalde, Concejales. Ahora no nos falléis

Carta abierta a todos los representantes elegidos.

Una vez más, hemos ejercido nuestro derecho de elegir a nuestros representantes para que gestionen los gobiernos locales. No nos falléis. Ahora toca dejar de jugar a la política y empezar a trabajar para mejorar vuestros pueblos y ciudades para el bien común de todos nosotros.

La política de partidos ha sido mala consejera. Lo que es bueno para todos nosotros, lo sabéis. Necesitamos que gestionéis lo que es mejor para todos, hablando con todos y aceptando o mejorando sus propuestas con los matices que aporten los otros representantes y que seguramente, también quieren lo mejor para todos.

Quizás hay que acabar con las definiciones tradicionales de los conceptos políticos. Gobierno y oposición. Un gobierno debería estar formado por la unión de los candidatos más válidos para ejercer determinada tarea en favor de la ciudad y no por la elección del Concejal del partido ganador que más afinidad puede tener con determinada área. Debe acabar con el NO porque NO, si la propuesta es buena, lo será venga de donde venga incluso, si ha sido formulada por personas que tienen ideologías políticas abiertamente contrarias a las nuestras.

Quizás si, soy un iluso. He visto suficiente de sus comportamientos para saber que esto no sucederá. Que ante-poner sus propios intereses o bien los de su partido, para colgarse medallas y hundir a su oponente. Parece que poco tiempo después de tomar posesión de sus cargos, la codicia política le imbuye y os hace sucumbir al sistema existente.

Me gusta ver la ilusión, del que por primera vez, es elegido como representante del pueblo. Los más valientes creen que puede hacer cambios importantes y de manera humilde, se pone a nuestro servicio. Sería de agradecer, que esta humildad os acompañara a lo largo de toda la legislatura pues, es necesario recordar que habéis sido elegidos por todos nosotros.

Si esta fuera vuestra forma de servirnos, con una buena finalidad para todos, fuerais o no la persona o partido votado por nosotros, os convertiríamos en nuestros líderes y como tales, seríais respetados por todos e incluso, defendidos. Una vez elegidos, seríais "nuestros" representantes, fuera cual fuera vuestra ideología política y fuera cual fuera la nuestra.

Sed nobles, honrados, humildes, generosos, valientes. Si ahora nos representáis a todos, votantes y no votantes, no nos falléis.