Escrito y editado por Pep Cassany

Relatos cortos y artículos de opinión de Pep Cassany

Novedades

Soñadores

Articles d'opinió i relats curts en català d'en Josep Cassany
Dentro de la urna de vidrio, bajo el techo de una antigua capilla catalana llamada Torre Girona, reside en Barcelona el supercomputador MaresNostrum.

Miles de ordenadores conectados entre ellos suman la capacidad de cálculo más importante que disponemos en Cataluña y de este cerebro, se aprovechan los investigadores que forman parte de los proyectos seleccionados para poder utilizarlo.

- Sabe sumar?

. Puede realizar billones de cálculos por segundo y ...

- Así es una calculadora gigante?

. Bueno, es mucho más compleja, puede realizar ...

- Pero, ¿dónde está la pantalla, se puede jugar con él, sabe hablar?

El profesor no paraba de sonreír fruto de los comentarios de sus alumnos y del profundo desconocimiento y vergüenza por no haber sabido explicar a los alumnos de tercero de primaria, que iban a visitar. Por edad, quizá era demasiado temprano para entender que era un Supercomputador, aunque para él mismo, ya le parecía demasiado tarde.

Callad chicos! estamos aquí para escuchar y aprender. Dejad que nos explique y si el Doctor le parece bien, al final de la visita podremos hacer tantas preguntas como convengan. Os recomiendo que, las apuntéis y me las deis para que así hacer una selección y no repetirnos.

- Si le parece bien Doctor, continuamos?



El encargado de hacer las visitas al centro, era un Doctor en ingeniería informática que hasta hace poco, había estado trabajando en la construcción y mantenimiento del MareNostrum. Poco dado a las relaciones humanas más allá de la comunicación escrita entre colegas y investigadores de todo el mundo.

En sus escritos, ni tampoco los que recibía, se utilizaban las palabras Hola, cómo estás, hasta pronto o sencillamente, adiós. No había lugar para las emociones en los trabajos de investigación exceptuando la alegría por los premios o reconocimientos. Por edad, llegó tarde a la supercomputación y se sabía nostálgico cuando en un intento de acercamiento a los niños les contaba, que aquellos relucientes smartphones que llevaban en sus mochilas eran más potentes que las supercomputadoras de la Nasa que enviaron el primer hombre en la luna.

. Si el hombre ha sido capaz de crear a la máquina, que no harán las máquinas para ayudar a los hombres.

. Nuestra evolución, la del ser humano y remontándonos a los orígenes de la humanidad, viene de la mano de la técnica y la ciencia. De la tozudez de los hombres para descubrir y dominar el desconocido, y si bien hemos tardado millones de años para conquistar este planeta, no ha sido hasta los últimos cien años donde, con ayuda de las máquinas, hemos avanzado más rápidamente.

. Sus abuelos, cuando estudiaban en el colegio y tenían su edad, imaginaban un futuro de ciencia ficción y para hacer realidad aquellos sueños, algunos han estudiado y trabajado toda la vida para convertirlos en realidad.

. Un día, hace muchos, muchos años, alguien soñó ir a la luna y el hombre lo ha conseguido. Otros soñaron que si hubieran robots en casa, nosotros descansaríamos y hoy ese sueño se ha hecho realidad, los robots, son más rápidos y mejores que los humanos para hacer algunos trabajos, pero recordad que detrás de una máquina hay un equipo de personas que la han soñado, diseñado, construido y programado para que todos las podamos disfrutar.

. Quizás uno de vosotros, cuando sea un poco mayor, formará parte de un equipo de investigación que quiera curar una enfermedad, saber más del origen del universo o para llevar al hombre a otra galaxia y, por ello, tendrá conocimientos y herramientas, como este supercomputador o la siguiente generación, para avanzar más rápidamente.

Carina, no sabia por donde empezar a explicar a sus padres, que habia aprendido de aquella excursión. Seguro, que a su llegada a casa, sus padres querrían saber que habrían visto y que había aprendido. En el autobús, camino de vuelta hacia Girona, mientras otros niños charlaban, gritaban o cantaban, aprovechó para buscar la respuesta que habría que darles al llegar a casa.

- No me preguntéis - les dijo a su padre y a su madre - mientras dejaba la mochila sobre la mesa, he decidido que de mayor, quiero ser divulgador científico pues, con lo difícil les resulta a los investigadores explicarnos que una supercomputadora sirve para enviar un cohete a la luna, descubrir una vacuna, fabricar un robot o cualquier otro aparato que pueda soñar esta noche, me parece que necesitaran de alguien como yo para que, cuando yo sea mayor y vengan niños pequeños a ver el MareNostrum, les haga un rápido resumen y así tengan tiempo de ir a jugar al parque con sus amigos.

Y entre risas y abrazos de los padres, Carina descubrió que la ciencia avanza por los sueños, la investigación, la construcción y la divulgación, de miles de investigadores, ingenieros, soñadores y luchadores que tienen prisa para llegar al futuro.

No hay comentarios

Deja tu comentario y comparte este articulo con tu comunidad en la red.