Pasaron veinte de aquellos maravillosos veinte años
Hará veinte años que cumpliste veinte años y por ello, has tenido tiempo de casarte dos veces y por lo que sé, con la misma mujer.
Ahora te crees solo, aun sabiendo que no lo estás. Quizás estás abrumado de tantas y tantas personas que quieren estar a tu lado. Tú, acostumbrado a trabajar por la "fiesta", ahora la disfrutas y te encuentras fuera de lugar.
Quizás hoy tienes añoranza. Quizás hoy, lejos de casa, recuerdas la sensación de despertar en tu cama compartida, con las sábanas calientes y la sensación aún adormecida de que hoy, hoy no quieres levantarte de la cama. Un abrazo, un beso, una caricia y una persona especial a tu lado.
Despierta chaval ! vivimos el presente y hoy, como se dice, esto no toca !
En el cara a cara, preguntas, escuchas y expresas opiniones. Te gusta saber cómo estamos todos. En el grupo que has elegido y con la gente con la que hoy por hoy te relacionas, has encontrado mil y una formas diferentes de pensar y actuar. Ahora que ya hace veinte años que tienes veinte años, reconoces que en la diversidad de maneras de actuar y pensar está la riqueza del grupo. Es nuestro estado de ánimo lo que nos hace valorar un mismo hecho de forma positiva, negativa o mejor aún, no tomar partido.
Veinte años donde quizás has echado de menos a los amigos. Esta, la nuestra, es semejante a la pandilla de adolescentes que nos esperaba cada fin de semana para salir de fiesta. En grupo y sobre todo, sin conocer demasiado de cada uno, hablamos de lo que nos une. Dejamos de lado nuestras preocupaciones particulares y por eso, todo se torna en diversión.
Porque ya pasaron veinte, de aquellos veinte y las experiencias vividas se suman a nuestro activo particular, cuando perdemos lo que teníamos nos damos cuenta de lo que no habíamos valorado. A veces aspectos positivos y muchas otras no tanto, de los que hemos huido y no queremos ni oír hablar.
No me preocupa si te acercas o te alejas del grupo. Los amigos, se reencuentran por los caminos, a veces solo, a veces acompañados. Cuando nos encontramos te miraré fijamente y te preguntaré, eres feliz? Si me dices adiós, quiero que el día sea limpio y claro, y hoy, llueve, por eso hoy no toca.
Ahora te crees solo, aun sabiendo que no lo estás. Quizás estás abrumado de tantas y tantas personas que quieren estar a tu lado. Tú, acostumbrado a trabajar por la "fiesta", ahora la disfrutas y te encuentras fuera de lugar.
Quizás hoy tienes añoranza. Quizás hoy, lejos de casa, recuerdas la sensación de despertar en tu cama compartida, con las sábanas calientes y la sensación aún adormecida de que hoy, hoy no quieres levantarte de la cama. Un abrazo, un beso, una caricia y una persona especial a tu lado.
Despierta chaval ! vivimos el presente y hoy, como se dice, esto no toca !
En el cara a cara, preguntas, escuchas y expresas opiniones. Te gusta saber cómo estamos todos. En el grupo que has elegido y con la gente con la que hoy por hoy te relacionas, has encontrado mil y una formas diferentes de pensar y actuar. Ahora que ya hace veinte años que tienes veinte años, reconoces que en la diversidad de maneras de actuar y pensar está la riqueza del grupo. Es nuestro estado de ánimo lo que nos hace valorar un mismo hecho de forma positiva, negativa o mejor aún, no tomar partido.
Veinte años donde quizás has echado de menos a los amigos. Esta, la nuestra, es semejante a la pandilla de adolescentes que nos esperaba cada fin de semana para salir de fiesta. En grupo y sobre todo, sin conocer demasiado de cada uno, hablamos de lo que nos une. Dejamos de lado nuestras preocupaciones particulares y por eso, todo se torna en diversión.
Porque ya pasaron veinte, de aquellos veinte y las experiencias vividas se suman a nuestro activo particular, cuando perdemos lo que teníamos nos damos cuenta de lo que no habíamos valorado. A veces aspectos positivos y muchas otras no tanto, de los que hemos huido y no queremos ni oír hablar.
No me preocupa si te acercas o te alejas del grupo. Los amigos, se reencuentran por los caminos, a veces solo, a veces acompañados. Cuando nos encontramos te miraré fijamente y te preguntaré, eres feliz? Si me dices adiós, quiero que el día sea limpio y claro, y hoy, llueve, por eso hoy no toca.
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