La mesita de noche del Señor
Dos cajones de la mesita de noche, separan y clasifican todo tipo de placeres sexuales. El de arriba, contiene los aparatos y líquidos para, de forma juguetona, el Señor, excitar a la pareja y considera que, según la partenaire del día, podrá abrir el segundo cajón para elegir el preservativo más adecuado según su propia clasificación: " sensitive, retardante, con pinchos o de colores y sabores diversos ".
El señor del Castillo, admira y reclama el derecho de pernada a las campesinas que trabajan en sus campos. Pobres muchachas, no conocen la mesita de noche del Señor! aunque las deje solas en su lecho, conociendo de sus enrevesadas historietas sexuales, no se atreven a acercarse y mirar lo que que guarda y les aguarda.
"Entrad, entrad. Hoy hay cocktail. "Coca de San Juan! dice el Señor, que le provoca una erección tonta. El Señor de Barcelona se aburre. Prefiere el líquido que proviene de Francia, aunque acabe con una visita matinal a urgencias después de todo un día haciendo el amor. Ahora le quedo una rozadura en el aparato, que no baja, hasta que llega la medicina más moderna: Cubitos.
Las mujeres de Girona no se mueven de su ciudad y enamoran. Pobres campesinas, sin probar ni líquidos ni cocas, ni otros métodos vasodilatadores menos potentes que les mostrarían el camino a Cuenca! Ellas, que nunca han visto las Castillas, prefieren los campos verdes de otros campesinos.
"A ti que te pasa? No estás receptivo. El amor se presenta de forma evidente y no le haces ni caso. Eres más basto que un preservativo de uralita. "
Campesina, cuando me hablas, escupes.
El señor del Castillo, admira y reclama el derecho de pernada a las campesinas que trabajan en sus campos. Pobres muchachas, no conocen la mesita de noche del Señor! aunque las deje solas en su lecho, conociendo de sus enrevesadas historietas sexuales, no se atreven a acercarse y mirar lo que que guarda y les aguarda.
"Entrad, entrad. Hoy hay cocktail. "Coca de San Juan! dice el Señor, que le provoca una erección tonta. El Señor de Barcelona se aburre. Prefiere el líquido que proviene de Francia, aunque acabe con una visita matinal a urgencias después de todo un día haciendo el amor. Ahora le quedo una rozadura en el aparato, que no baja, hasta que llega la medicina más moderna: Cubitos.
Las mujeres de Girona no se mueven de su ciudad y enamoran. Pobres campesinas, sin probar ni líquidos ni cocas, ni otros métodos vasodilatadores menos potentes que les mostrarían el camino a Cuenca! Ellas, que nunca han visto las Castillas, prefieren los campos verdes de otros campesinos.
"A ti que te pasa? No estás receptivo. El amor se presenta de forma evidente y no le haces ni caso. Eres más basto que un preservativo de uralita. "
Campesina, cuando me hablas, escupes.
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