Celoso

Una instantánea al final del verano, bajo las últimas luces de un sol que reluciente, bajo, acota en su piel, me provoca.

Celoso del instante fotográfico captado donde se recoge belleza, sensualidad y serenidad. Me transmite una profunda paz interior de la chica del retrato.

Se protege del sol con pamela de paja trenzada. Camiseta ajustada y braguitas de colores. Estirada encima de los cojines de la barca, respira y se empapa del aroma de los pinos cercanos de la playa, la sal de la vida y el paisaje que le regala nuestra Costa Brava.

Soñando, me habría vuelto loco si hubiera sido yo quien hubiera disfrutado del momento y tomado su imagen aunque, me sé incapaz de articular palabra cuando la tengo a mi lado.

No encuentro razón. Sus ojos me embrujan.

Me escondo en las palabras de una hoja en blanco para reconocer, fruta prohibida y por lo tanto, pecado mortal por el deseo que representan mis celos.

Ni siquiera, al describirla, me permito licencia para imaginar.

Me siento celoso,