Escrito y editado por Pep Cassany

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Gracias a La Marató de TV3







Necesitamos  dar las gracias a todos, tanto a los que con vuestro trabajo hacéis posible LA MARATÓ de TV3, como a todos aquellos que, desinteresadamente participáis con vuestro apoyo, colaboración o testimonio y sobre todo, debemos dar las gracias a todas las personas anónimas que año tras año aportan su grano de arena en forma de donación económica para que, todos juntos, avancemos.

Muchas veces he meditado sobre la solidaridad que mostramos como pueblo. Nos hace diferentes? También me he planteado si en una sociedad avanzada como la nuestra existe alguna justificación para organizar un macro-evento con fines benéficos y con ellos, dotar de fondos y recursos a nuestros investigadores para que puedan cumplir con su trabajo.

Nos creímos ricos, aunque en realidad somos tontos, por no destinar más fondos a cargo de los presupuestos de los gobiernos destinados a la investigación. Creo, tarde o temprano, las enfermedades nos afectan a todos y cuando esto ocurre, nos acordamos de lo que no hicimos.

Demandamos carreteras, plazas, educación, seguridad y no velamos de nosotros mismos y nuestro porvenir. La genética nos hace malas pasadas. Muchos de nosotros, añadimos conductas de riesgo a nuestros hábitos. Alimentación inadecuada, humo, alcohol, sedentarismo .... Pero cuando sufrimos la enfermedad, reconocemos que lo más importante del mundo es nuestra salud.

Somos un país solidario. Un día al año, recaudamos dinero para dar alas a nuestros investigadores a encontrar soluciones. Otra día, recaudamos alimentos para dotar de alimentos la despensa de los más desfavorecidos. Aportamos padrinos a las ONG para que hagan el trabajo que ningún gobierno recuerda debe hacerse.

Pero, Todo esto nos hace diferentes?

Todo esto no es nada ante un mar bravo de necesidades. Son pequeños granitos de arena que el temporal de levante desplaza por la playa y balancea en sus mareas o zambulle mar adentro.

Mejor poco que nada. Pero, en vez de mirarnos tanto el ombligo, podríamos tomar ejemplos de sociedades más avanzadas que la nuestra. Aquellas que, son capaces de invertir y apostar en investigación, innovación y desarrollo. Aquellas que impiden que nadie pase hambre, frío o sed, porque las personas que forman parte de una sociedad avanzada son aquellas que cuidan de las personas que los rodean. Aquellos gobiernos que no invierten en guerras, son los mismos que invierten en el bienestar de su pueblo.

Si viviéramos en ese soñado país, podríamos considerarnos diferentes.

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