Mujeres, miedo me dais

Hay quien todavía cree que para entender a la pareja, necesitamos un manual de usos y costumbres, al igual que todos compraríamos el manual instrucciones para criar a nuestro hijo. Dos libros editados y reeditados como grandes Best Sellers y que una vez leídos y releídos, nunca creeremos lo bastante acertados.

El manual para entender a un hombre, debería pasar de madres a hijas y como legado familiar. Cierto, las generaciones pasadas habrían escrito muchos capítulos pues, las abuelas, bisabuelas o tatarabuelas no se separaban ni divorciaban de sus maridos y sólo la muerte los alejaba temporalmente de ellos.

Seguro, el libro de los secretos familiares de cómo aguantar junto a un hombre, no tendría demasiadas páginas. Ya se sabe, el hombre es primario y la mujer secundaria. Burlaos de este comentario pues, tiene todos los significados que le queráis dar.

Los hombres somos primarios y básicos. El tópico del sí significa sí, no quiere decir no y me gusta o no me gusta, es verdadero. No es necesario que os fustiguéis. Sencillamente, las mujeres interpretáis nuestras respuestas con vuestro manual y nosotros, conocedores de estas imprudencias femeninas, ya no sabemos cuando tenemos que decir si o no y en todo caso, como acabaréis interpretando nuestra respuesta. Nos dais más miedo que una puñalada.

Cuatro mujeres distendidas frente a una copa de vino y una conversación alrededor de la búsqueda de pareja, me permite tomar apuntes y ofrecer resultados estadísticos veraces: Una no quiere, pero le hubiera gustado y vete a saber, seguramente sí, le gustaría que él siempre se quedara  a dormir en su casa. La otra sí que quiere, pero los que ha conocido hasta hoy, le gustan y no le gustan depende del día y el momento. En todo caso, aún está viviendo del pasado que no fue y por tanto, no puede avanzar. Lo que quiere la tercera ya es más complicado, un amigo con derecho a roce exclusivo para ella. Vaya !!  una pareja que no enrede. Finalmente, hay quien lo tiene más claro. Una asegura que dice SÍ, quiere.  Quiere que él le diga y le pregunte SI QUIERE y en todo caso, cuando lo encuentre, no le dejará marchar de su casa.

Resumiendo, a base de hostias se aprende. Como dicen en el pueblo más feo del mundo, donde por cierto, estadísticamente viven las mujeres más bonitas, tanto tienes, tanto vales.