Maria

Sevilla se viste de gala cuando Maria irrumpe en la calle.

El asfalto se funde a sus pies. Hoy salió con tacones y ganas de cachondeo.

- Una caña, Antonio, mi amor ! que me tiene harta tanta calor.

Su risa se confunde con su gracia, su arte y su salero.

- Verte que te quiero verte

Y de tanto reir, tanto hablar y tanto comentar, fué portada por un puntual momento, de revista digital no publicada, que contaba cómo paseaba por Sevilla, su sonrisa, la Sevillana.