Insomnio
No podía dormir, me he levantado y al abrir el balcón y encender el cigarrillo, me doy cuenta que la vecina sufre del mismo mal. Insomnio.
La calle es tan estrecha que casi puedo ver la marca de cigarrillos que fuma. Ves la luna desde tu balcón? - Me pregunta - también tiene espinas tu cama?
- Bajo mi cama tengo un corral de ovejas que tienen la mala costumbre de salir a pastar y saltar por encima mia. Hasta ahora, tengo contadas cincuenta de blancas y cuarentaynueve de negras. No sé si me desconté o la oveja negra que falta soy yo. También he pensado que seguramente en mi sueño soy el pastor o el perro, aunque me gusta pensar que soy la oveja negra que se ha extraviado del rebaño.
Dice ella - Nunca conté ovejas. Cuento pastores - dos de blancos, uno negro y ya me descuento. Me doy cuenta que hay uno que me coge por la espalda, el otro me da mano por delante. El que falta, nos mira de lejos pero también quiere entrar y como los otros dos no lo dejan, se pelean entre ellos y yo me levanto para salir a fumar.
Allá ellos !
Allá ellos !
- Pastorcilla, el próximo día que te levantes ven a mi cama a guardar el rebaño. A saber, tal vez, cumplo bien mi papel como pastor y terminado el trabajo, no tendremos que salir a fumar el cigarrillo.
- Si estuvieras en mi balcón no te dejaría ver la luna
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