El día en que la mayoría silenciosa se convirtió en minoría

Hoy, 8 de octubre, todo el mundo, si no se auto-engaña, verá por la tele que a pesar del apoyo de gente llegada de toda España, los constitucionalistas catalanes se han convertido en minoría.

Nuevamente los políticos españolistas han medido mal sus actos. Es mucho mejor proclamarse la voz de una mayoría silenciosa que despertar, a pesar de ser muchos, de su pesadilla. Los catalanes que han pedido la Declaración de Independencia suman más de dos millones de votos, sin contar las papeletas secuestradas y las de quienes el miedo a la brutalidad policial, les impidió ejercer libremente el derecho a votar.

Antes cité la televisión y si usted desea, de la cifra que les resulte a bien a los organizadores, la guardia urbana o el gobierno a quien le corresponda. No hay comparación posible entre la manifestación de hoy con cualquiera otra manifestación de los catalanes pidiendo la independencia.

Los organizadores, las asociaciones y partidos políticos adheridos, justificaran la premura con la que tuvo de ser organizada la manifestación. Que la maquinaria del Gobierno de la Generalitat y los medios de comunicación que domina, léase TV3 y Catalunya Radio, han dado todo su apoyo a la organización de manifestaciones convocadas por la ANC o Òmnium. Basta con mirar el Twitter del Presidente del Gobierno Español y de toda la clase política Española, apoyando la asistencia a la manifestación de hoy convocada por la Asamblea Civil Catalana. Ah! y que nadie se olvide, todos los medios nacionales públicos y privados también se sumaron en su apoyo. (léase todas las radios, periódicos y televisiones de ámbito estatal).

Después de la borrachera de afecto, de apoyo y de fuerza para con todos los dirigentes de partidos políticos constitucionalistas, en la resaca, será un buen momento para pensar y darse cuenta de su posición minoritaria. Una convocatoria exitosa, a pesar de todo. Ahora su voz será escuchada por el resto del mundo, aunque puede que no les gusten los comentarios que escucharan haciendo patente insultos contra el Presidente Puigdemont, la Policía Autonómica o bien, la cantidad de banderas españolas con simbología pre-constitucional y de carácter falangista. Es probable que los medios de comunicación se hagan eco de la actitud agresiva de muchos manifestantes y en las odiosas comparaciones, deberán contraponerlas con las manifestaciones de los independentistas, llenas de sonrisas, flores y esperanzas que, a pesar de la violencia policial intentando impedir el derecho de votar, volvimos a llenar todas las plazas y calles del centro de nuestras ciudades y pueblos el día 3 de octubre.