Brotes verdes

Aumentan las ejecuciones hipotecarias, los despidos y los desahucios.

Volvamos a la normalidad. El sistema capitalista cierra y supera la crisis, se quita el antifaz y empieza a ponerse en forma.

Cuando estalló la crisis en el sector hipotecario, víctima de la antropofagia de los bancos, el pastel era tan grande que ninguno de ellos se lo podía comer todo de una vez. En aquellos momentos, los más preparados, aquellos que habían hecho los deberes, empezaron a pensar cómo tenían de tragarlo sin cometer pecado de gula y sin morir del empacho. Algunos lo consiguieron y otros han sido devorados en el camino.

Los bancos se rigieron por unas normas sencillas. Primero actuar donde había fuego, después por donde salía humo y por último, actuar en los impagos de aquellos que se veía venir que acabarían impagados. Por lo tanto, dividido el pastel en trozos pequeños y con la secuencia establecida en el tiempo, pedazo a pedazo están acabando con el pastel. Por supuesto, no hay pastel que se pueda tragar sin un buen sorbito de licor y en su caso, miles de millones de euros de las arcas públicas al rescate.

Ante la presión de las PAH (Plataformas Afectados por la Hipoteca) y la presión social del país, afectado directa o indirectamente, políticos y banqueros se pusieron de acuerdo para alargar los tiempos de ejecuciones y desahucios y así , buscar soluciones a cada caso y endulzar el regusto amargo que la opinión pública tenemos de todos ellos. Ni unos ni otros querían ver a las puertas de sus despachos, pobres trabajadores parados, tirados en la calle por un banco ni, dejadas a su desdicha, familias enteras con abuelos, hijos o discapacitados.

El tiempo lo pone todo en su sitio y por lo tanto, finalizado el periodo de recesión profunda y fortalecidos por el crecimiento de la economía, los bancos, cajas y sus representantes, vuelven a obtener beneficios desmesurados, a codazos y con paso firme. Les queda aun por aplastar al resto de humanos que yacen en el suelo.

Haciendo referencia al aumento de los despidos por parte de las Empresas, una sencilla metáfora o micro-relato: Superado el temporal, llegada la calma y llenando las velas de nuevo, proa al viento y rumbo al norte, les toca dejar a puerto a quienes no han sumado esfuerzos para superar la crisis. A esos,  quienes han envejecido a su lado o sencillamente porque en su lugar hay serán substituidos por nuevos trabajadores más jóvenes, bien preparados e ilusionados para empezar una nueva travesía. Ya hay empresas que pueden pagar los despidos.

Debería hablar de los héroes muertos en combate para referirme a los empresarios y empresas que en la actualidad tienen que cerrar y hacer concurso de acreedores. Reconocer el mérito de haber aguantado hasta el final y no han podido recuperarse de las heridas de la maldita crisis.

Así pues, centrados todos en la recuperación económica y con la bonanza que nos espera, si nada lo impide, recordamos a los muertos en combate y procuremos por nosotros para seguir vivos mientras, las víctimas inocentes de esta lucha por sobrevivir, siguen cayendo como moscas, en mayor número, pero más escondidas.

Ahora que nadie las ve, escóndanlas bajo la alfombra.