Cuando encontrar el amor parece un cuento de Hadas

Decidió tirar al miedo por la ventana.

Tanto tiempo esperando a que se cumplieran los deseos pedidos en voz baja al destino, se comía las uvas de la suerte en cada traspaso de año, esperanzada. Empeñada en pedir siempre el mismo deseo y este año, a ser posible "urgentemente". Si tiene que ser, que sea ahora.

A veces pensaba que la vida le tenía preparadas otras malas jugadas, ya sabéis, conocía la Ley de Murphy. Había cumplido otros deseos y se dijo, porqué no puede cumplirse este. La suerte estaba cambiando. Tras las nubes siempre sale el sol.

Un cierto regusto amargo le llenaba su boca al recordar las cicatrices de su corazón. Heridas curadas por el paso del tiempo y aún así, deseosa de olvidar su larga convalecencia y volver a enamorarse. Difícil. Pero no imposible. Hasta ahora, los hombres le habían demostrado su falta de compromiso, un objetivo compartido o, unas aficiones comunes.

Sexo a parte, que les pasa por la cabeza a los hombres ? Encontrar a alguien con quien compartirlo todo y ser feliz debería ser posible. Recuperar emociones, sentimientos, besos perdidos nunca entregados. Amar y ser amada.

No estaba dispuesta a renunciar. Había tirado los miedos por la ventana y en cualquier caso, si alguno le quedaba, estaba dispuesta a cambiarlo por la prudencia. Hasta ahora le había funcionado el no creer al primer hombre que pasaba por delante de la puerta de su casa y por fin, ahora,  se giraba a su espalda y  hacia sus costados para preguntarse si la imagen sonriente que devolvía su espejo cuando se preparaba para encontrarse con él, era la suya. El rostro de una mujer enamorada.

Le costaba de creer. Parecía un sueño del que no quería despertar. Se dormía embriagada de ilusiones y esperanzas. Su historia se le asemejaba a un cuento de hadas. Sabía que todo iría bien aunque le quedaban algunos temores a otro fracaso. Pensaba en él constantemente y reconocía en él los mismos síntomas y sentimientos. Se proponía imponer cordura a su corazón y éste le contestaba con prudencia, "tírame por la ventana y vive este amor intensamente".

Leyó la palabra "te quiero" y decidió responder prudentemente. No era muy temprano para tan importante palabra? Otra vez fue el corazón quien respondió para escribir y describir sus sentimientos con un, "yo también te quiero"

Y fue como lo cuento que de esta historia, parecida a un cuento de hadas, surgirá la leyenda de dos amantes, mayores, heridos y sanados, deseosos de amar y ser amados, enlazaron sus deseos con sus sentimientos y convirtieron este escrito en el inicio de su verdadera vida de amor.

Un amor, eterno.