Mejora la economía, aumentan los divorcios
La familia tradicional tiende a desaparecer, no lo digo yo, es una constatación que podemos hacer todos nosotros.
Ciertamente, las familias de un solo miembro con hijos, dos miembros con hijos de anteriores relaciones o parejas heterosexuales sin hijos u homosexuales con o sin hijos, han venido para quedarse con el antiguo título de familia.
Seguro que hay más títulos de familias monoparentales que de familias numerosas.
El pasado crecimiento de la economía, período largo y con final de Crac mundial, nos dió suficiente tiempo para reflexionar. "Contigo, pan y cebolla" o "antes solo que mal acompañado". Al parecer, la segunda opción se impuso en muchos de los llamados matrimonios convencionales.
Quien antes deseaba una boda tradicional, con todos los detalles lujosos que conllevaba, banquete, viaje y pisito, pasó del deseo a la impotencia de no poder cumplirlos. Económicamente inviable. Es por este motivo que, aparte de una educación recibida católica no practicante, muchas parejas creyeron en la formalización de derechos con el pseudo-título "pareja de hecho", con o sin papeles y, creyéndose la falacia de menos problemas para finalizar una relación.
Los que habiendo pasado por la Iglesia o el juzgado, obtenían el libro de familia, antes de la crisis económica del 2007, preferían un mal divorcio a tener que aguantar las malas caras con la pareja.
La supuesta libertad les esperaba a los dos, o como mínimo, a quien no tenía la guarda y custodia de los hijos. Se firmaban convenios de separación y divorcio con cláusulas abusivas hacia una de las partes y en pro al supuesto beneficio de los hijos. Se aceptaba "Pulpo, como animal de compañía".
Paro, trabajo precario, sueldos milenarios y pensiones de alimentos altas, han obligado a las parejas a mantenerse unidas o aceptar su condición individual de pobreza absoluta.
Hoy, los gerundenses hemos recibido una buena noticia. El último año ha crecido el número de divorcios, señal inequívoca de la buena marcha de la economía.
Ahora sí, ya me creo los famosos "brotes verdes".
Ciertamente, las familias de un solo miembro con hijos, dos miembros con hijos de anteriores relaciones o parejas heterosexuales sin hijos u homosexuales con o sin hijos, han venido para quedarse con el antiguo título de familia.
Seguro que hay más títulos de familias monoparentales que de familias numerosas.
El pasado crecimiento de la economía, período largo y con final de Crac mundial, nos dió suficiente tiempo para reflexionar. "Contigo, pan y cebolla" o "antes solo que mal acompañado". Al parecer, la segunda opción se impuso en muchos de los llamados matrimonios convencionales.
Quien antes deseaba una boda tradicional, con todos los detalles lujosos que conllevaba, banquete, viaje y pisito, pasó del deseo a la impotencia de no poder cumplirlos. Económicamente inviable. Es por este motivo que, aparte de una educación recibida católica no practicante, muchas parejas creyeron en la formalización de derechos con el pseudo-título "pareja de hecho", con o sin papeles y, creyéndose la falacia de menos problemas para finalizar una relación.
Los que habiendo pasado por la Iglesia o el juzgado, obtenían el libro de familia, antes de la crisis económica del 2007, preferían un mal divorcio a tener que aguantar las malas caras con la pareja.
La supuesta libertad les esperaba a los dos, o como mínimo, a quien no tenía la guarda y custodia de los hijos. Se firmaban convenios de separación y divorcio con cláusulas abusivas hacia una de las partes y en pro al supuesto beneficio de los hijos. Se aceptaba "Pulpo, como animal de compañía".
He aquí el dicho popular "cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana", las parejas de la crisis 2007-2014 han aguantado lo insufrible. El divorcio, ha sido inviable para todos los que no se pudieran mantener por sí mismos.
Paro, trabajo precario, sueldos milenarios y pensiones de alimentos altas, han obligado a las parejas a mantenerse unidas o aceptar su condición individual de pobreza absoluta.
Hoy, los gerundenses hemos recibido una buena noticia. El último año ha crecido el número de divorcios, señal inequívoca de la buena marcha de la economía.
Ahora sí, ya me creo los famosos "brotes verdes".
Publicado en la web de El Periódico http://www.elperiodico.cat/ca/entre-tots/participacio/millora-leconomia-augmenten-els-divorcis-91892
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